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Una tarde atascada por milenios



 

Se atrancó una tarde
en la arteria del día. Lentamente
formó raíces, ramas;
creció su tronco y se multiplicaron
aquellos momentos que guardaba:
una simple vibración de ojos
fue de pronto una pequeña sinfonía
de miradas,
de silencios,
de panes.
Los movimientos de tu cintura
fueron bailes desnudos,
desatados;
  desparramaron la jalea
pegajosa y licuada
de un pesado erotismo
que impregnaba pájaros;
y arrebataba vuelos

 



La tarde capitular
atrancada en la cuarta arteria del azur,
derrama ábsides
donde demonios del tamaño de una uña
devoran misales y salterios
y luego arden en los rayos del crepúsculo.

La tarde atorada
que bebe finalmente tu perímetro
y se desnuda
frente a mis ojos
y enloquece mi crepúsculo
y mi aurora.
 



Poda la tarde
que te aprisiona,
te arrebata las noches.
Poda la tarde,
arranca sus extremidades

Esta tarde atascada por milenios
no deja que atravieses
las blandas rocas de la muerte; no deja
que visites mi lecho
que te tiendas a mi lado
con tu cuerpo de leche
y avellanas.
 



Poda la tarde. Arranca su corazón.
Lo beberemos
para construir este baile enloquecido
que aspira gritar
hasta hundirse en la corriente del arroyo.

En la alborada

podrás llegar al mar.
 
 
 
Una tarde atascada por milenios
21/06/2024
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