Extraño las tormentas
esas que llegaban en racimos,
en panes,
en silencios;
lentos huracanes
que me ofrecían siluetas femeninas,
pájaros de agua,
elipsis
y aquel silencio que por un instante
cubriría la tierra,
los pinos,
los lagos;
tu caminar descalzo
en esta galería repleta de presencias.
Extraño las tormentas. Ahora
la soledad azota las ventanas
y pretende entrar con invisibles aves;
con mosquitos y espectros
Las tormentas regresan:
tus pies descalzos
han forjado las nubes y los rayos
en tu lenta caminata
por el sol.
GOCHO VERSOLARI
Extraño las tormentas