El tenue contacto de la luz
Reverdece el día cuando lo tocas
apenas
con la punta de tus dedos.
Reverdece
el extremo del arroyo cuando caminas descalza
el breve tramo desde tu casa
hasta el árbol donde te encuentras con tu amante
Más tarde correrán silencios
alrededor del tronco.
Y cuando los atrapes
habrá invisibles pájaros en la alborada
trayendo en los picos rosas intangibles
y crotará la desnudez del parque
que pretende
igualar a la tuya cuando asumes
los empellones de la carne
con el afán de la tierra en la primera lluvia,
con la pasión del parque
en el primer deslave de la primavera.
Regresarás en la alborada
tanteando con tus pies desnudos
el animal enorme
que se ha tendido en la entrada de tu casa
que enseña los dientes y que eriza
el pelambre azul que lo recubre. Quizá
te obligue a revolcarte en los silencios de la grama
o te deje llegar hasta tu cama
y te observe dormir mientras el cielo
destila la su piel más suave y calma;
despreocupada como un aya
con la certeza
que morirá mañana.
Duermes desnuda
mientras en el horno
los panes se estremecen.
y los pájaros saltan
con el tenue contacto de la luz.
GOCHO VERSOLARI