Lentas tormentas se abalanzan,
se apretujan,
y arrancan niños,
para estrellarlos contra las auroras
(una masacre imaginaria.
de pájaros y panes).
Luego,
con el tenue olvido de las muertes
modelarán cada uno de tus pies descalzos
para que puedan transitar el sol de medianoche
y el humo verde de la vieja abuela;
ese que invade nuestros huesos
desde la tierra.
Luego de tu peregrinar entre las nubes de la luna,
cuando regreses desnuda en la mañana,
el jardín estará repleto de cerezas
y el aroma a café
poblará lento tus recodos;
entonces perseguiremos las tormentas
descalzos de panes y recuerdos.
Llevaremos tan solo
esa colonia de gusanos blancos,
que recogen y aprontan uno a uno
los buitres crocantes,
luminosos
de la aurora.
GOCHO VERSOLARI
Detalles brillantes sobre tu regreso en la mañana
